Estas razas, debido a las características morfológicas que los caracterizan, son muy importante de realizar unos cuidados específicos
Evitar horas de máximo calor para pasear
Un jadeo excesivo puede acabar en en un edema y colapso laríngeo final, poniendo gravemente en riesgo la vida del animal.
Ejercicio moderado
Estas razas no toleran bien los sobreesfuerzos.
Utilizar mejor arnés que collar
Así disminuimos el traumatismo cervical continuo.
Evitar sobrepeso
Este dificulta más su movilidad, así como su delicada respiración.
Higiene dental adecuada
Debido a su compleja anatomía, hay mucho acumulo de sarro dental, con lo que es conveniente un cepillado con pasta dentífrica específica diario. También existen en el mercado productos enzimáticos y colutorios que retrasan la aparición del sarro.
Limpieza de ojos diario y utilización de lágrimas artificiales con soluciones específicas
Debido a que estas razas tienen los ojos más “saltones”, un parpadeo incompleto y una mala distribución de la película lacrimal, hace que su córnea sea más propensa a ulcerarse.
Limpieza de pliegues de la piel con soluciones antisépticas semanalmente
Debido a su corto hocico, presentan un pliegue nasal donde se acumula suciedad. También tener en cuenta que debido a la forma enroscada de la cola, es una zona donde se acumula suciedad, por lo que requiere limpieza regular.
Vacunación frente a la laringotraqueitis canina o «tos de las perreras»
Son virus muy contagiosos que sólo afectan al sistema respiratorio. Tras infectar el tejido respiratorio producen lesiones de tipo inflamatorio a nivel de los bronquiolos. Lo que ocurre a continuación es que estas lesiones pueden sobreinfectarse de forma secundaria por alguna bacteria.